De fútbol y medicina, todo el mundo opina

Hay algunos pacientes que cuestionan todo: el diagnóstico, las pruebas, el tratamiento… A veces te ves dando verdaderas clases magistrales de medicina en la consulta, intentando utilizar términos comprensibles para hacerte entender, sin simplificar demasiado para no perder credibilidad. Todo un arte. Lo cierto es que la época en que el médico era una especie de brujo de la tribu, un oráculo que hablaba un lenguaje misterioso y cuyo dictamen “iba a misa”, se ha terminado. En la época en que vivimos, la confianza del paciente hay que ganársela.

No sé si es así en otras profesiones. Mi impresión es que si se pide la opinión de un abogado o de un arquitecto, desde luego, no se duda de cada palabra que dice, sino que se asume que ha estudiado una carrera, tiene una experiencia que le avala y conoce lo que le toca, sea el Código Civil o las leyes de la Física. En general, se ofrece un voto de confianza hasta que se demuestre lo contrario. Vamos, que se confía hasta que se pierde el caso o se cae el edifcio. En mi experiencia, evidentemente limitada y personal, pienso que las demás profesiones liberales lo deben tener más fácil, pero un abogado o un arquitecto probablemente me podría argumentar lo contrario porque, cada vez más, todo el mundo sabe y opina de todo.

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Dibujo de monicalalanda creadora del blog medicoacuadros

En todo caso, la salud es otra cosa. No es una contrato, ni siquiera una vivienda habitual, sino uno de nuestros bienes más preciados. Por tanto, es comprensible que el paciente no la entregue sin más. El medico se tendrá que GANAR su confianza. Si no cuenta canas, lo tendrá mas difícil, si es mujer o extranjero, también; son coletazos de la figura clásica del médico que nos persiguen hasta hoy. Sin embargo, cualquier profesional tiene una oportunidad única y preciosa, a través de la entrevista y el examen médico, para demostrar conocimientos, dar explicaciones, resolver dudas e, incluso, aceptar limitaciones. El paciente tiene que estar convencido (o casi) de que el médico tiene los conocimientos para tratarle y quiere lo mejor para su paciente y estará absolutamente al día de los últimos avances en lo que respecta a su enfermedad. Cuando se juntan todos estos astros, de forma voluntaria y con conocimiento de causa, el paciente depositará su salud en las manos del profesional.

En mi experiencia, los pacientes “más difíciles de roer” son aquellos que siempre han controlado todo en su vida, han llevado las riendas de todo, vida profesional y personal y por supuesto, también de su enfermedad. Son personas cultas e hiper informadas, que han leído sobre el último experimento en la mitocondria del modelo animal LRRK2 (no te preocupes si no entiendes esto, ¡muchos médicos tampoco!). Para estas personas es muy complicado delegar en otros. Pero, cuando por fin consiguen descargarse y darte la responsabilidad que no les toca, son los más agradecidos,(¡qué alivio quitarme esta mochila de encima y pasársela a otro!) .

business-idea-1553769_640Yo tiendo a hablar mucho con mis pacientes (me enrollo como una persiana, me temo), les cuento mis recomendaciones, explicando cada paso, y juntos trazamos un plan de acción, incluyendo todo lo que tendrán que poner de su parte para su cuidado. Porque su bienestar va a depender de su tratamiento farmacológico pero también de lo que se cuiden con una nutrición equilibrada, descanso adecuado y tiempo que dediquen al ejercicio, a sus relaciones sociales, y al disfrute de las cosas. 

Es evidente que esto no siempre ocurre en un primer encuentro, pero si se debe avanzar en este proceso con cada consulta. Se dice que el tiempo y el roce hacen el cariño, lo cual es aplicable también a esa máxima de la relación medico paciente que llamamos confianza.   

Firmado: Mónica Kurtis

3 comentarios

  1. He dedicado gran parte de mi carrera profesional al marketing y a la publicidad y puedo también afirmar que todo el mundo entiende muchísimo de estos temas.

    Cada vez que hacía una campaña, un anuncio, hasta una cuña de radio, todo mi entorno opinaba, desde la mujer del jefe hasta el financiero, pasando por el informático. Lo peor es que su opinión estaba basada en lo que los anglosajones llaman «Shelf reference criteriom» es decir me gusta o no me gusta.

    Espero que mi comentario sirva de consuelo!

  2. RELACIÓN MÉDICO PACIENTE. Mi humilde experiencia como parkinsoniana durante aprox. 5 años desde mi diagnóstico, es que el acierto o no en el tratamiento farmacológico por tu especialista es muy importante en esta primera etapa. Para ello, es imprescindible que se escuche al paciente, algo que no siempre se realiza. Saludos.

    1. Gracias Almudena. Lo que cuenta el paciente es de vital importancia como dices para el buen diagnóstico y ajuste de tratamiento. Al fin y al cabo es el que convive con su enfermedad, con los efectos secundarios de los tratamientos, durante las 24 horas los 7 días a la semana… Los médicos solo os vemos un rato corto en la consulta. Creo que tienes razón en que, por falta de tiempo, o de no darle la suficiente importancia, o por otras excusas, no se escucha lo suficiente al paciente ni a sus acompañantes en la consulta.

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